En los últimos años gobiernos, instituciones humanitarias y centros de investigación de todo el mundo han puesto en marcha ambiciosas iniciativas de datos abiertos. Sin embargo, el potencial de estos valiosos recursos está muy lejos de ser aprovechado y las instituciones que los publican muchas veces no reciben un beneficio directo por su contribución. Al mismo tiempo, miles y miles de docentes y estudiantes de un variado número de disciplinas y niveles educativos se enfrentan a la difícil tarea de buscar datos de calidad para desarrollar actividades de aprendizaje e investigación, que pueden ir desde una simple tarea, a un proyecto final de curso o una tesis.
El reto consiste en diseñar un mecanismo que ayude a ambos actores, instituciones que comparten datos abiertos en búsqueda de soluciones de bien social y usuarios académicos que requieren de datos ricos en contexto para el aprendizaje y la investigación.